Marisa esta mañana casi pisa un liebre, ha escapado a correr en el momento en que ella pasaba supercerca. Estábamos en La Rambla Salada buscando fotografiar una pradera de violetas, la luz extremadamente fuerte y de repente ha saltado el animal corriendo que se las pelaba. Por más potente que fuera el tele, ha sido tan rápida la acción que no he reaccionado a tiempo, era imposible pero me habría encantado pillarla. Era preciosa.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo, feliz y contenta en el momento: HALA,¡¡¡UN CONEJO!!!!
ResponderEliminar